En el pasado, la opera era un genero de música aristocrático al que muy pocos podían llegar. Desde los años ochenta, esta modalidad cambio y la opera se fue expandiendo para cautivar mas oyentes. Uno de estos casos es la aclamada soprano Sarah Brightman. Ella entro a la escena mundial con dos facetas unidas por una misma persona: una hermosa y joven soprano junto con una chica pop/rock. A lo largo de su carrera cruzo diversos géneros: desde el jazz al pop, desde el rock a la música arabe, todo con su toque lírico indiscutible.
Pero el tiempo pasa, nuevas imágenes surgen y llegan para quedarse. Este es el caso de Malena Ernman, que combina la música tecno con la opera. Lo mejor de esta combinación es que las dos partes están bien formadas, ya que ella es una mezzo-soprano con todas las letras, y no una chica con rangos líricos como es el caso de Filippa Giordano. Su aspecto mucho no la acompaña, ya que parece mas vieja y solo tiene 41 años, pero quien dice: "Lo que importa es la voz!"
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